Vinyasa yoga: la unión perfecta de respiración y movimiento

Entre los estilos de yoga, el vinyasa destaca por su dinamismo. Descubre sus secretos.
Practicar yoga sirve, entre otras cosas, para entrenar la flexibilidad corporal. Aunque antes de empezar deberemos entrenar nuestra capacidad de elección, pues hay tal cantidad de estilos de yoga que a veces cuesta decidirse por uno u otro. 
Hoy vamos a explicarte un estilo concreto: el vinyasa yoga, que cuenta con más adeptos cada día aunque no sea la variante de yoga más conocida precisamente.
Quizá después de leer este artículo lo tengas más claro para decidir si este estilo es el idóneo para ti. Vamos a conocerlo.

Vinyasa yoga: su origen

El vinyasa yoga es un tipo de yoga caracterizado por una serie de movimientos encadenados en combinación con una respiración fluida y consciente.
Este aspecto le dota más dinamismo que otras variantes de yoga, haciéndolo mucho más atractivo para aquellas personas que prefieren clases donde se trabajen diferentes áreas a la vez, como equilibrio, fuerza y flexibilidad. 
Además, cada día puede ser distinto al anterior en una clase de vinyasa, puesto que esta especialidad no suele repetir el orden de las posturas que se practican cada vez y es posible introducir variaciones en las secuencias de movimientos a voluntad.
Su origen se encuentra en la India como es natural, y se cuenta que la persona que lo dio a conocer al mundo, el yogui Tirumalai Krishnamacharya, recibió la enseñanza de esta disciplina de parte de un gran maestro de yoga que vivía en la montaña. Cuando supo de su existencia se fue a pasar 7 años con él en su cueva, empapándose así de sus conocimientos.

Los amantes del vinyasa yoga afirman que el hecho de estar basada en el movimiento progresivo dota a su práctica de un carácter más inteligente e integrador que potencia los beneficios del yoga en cuerpo y mente.

Beneficios del vinyasa yoga

Como cualquier variedad de yoga, el vinyasa ofrece una serie de beneficios a quien lo practica que lo hacen muy recomendable y los potencia aún más si cabe.
Los principales son los siguientes:

Mejora tu equilibrio

El yoga es una magnífica práctica para adquirir control sobre nuestra postura corporal y equilibrio.
Cuando practicamos vinyasa este control se incrementa, ya que pasamos de una postura a otra de forma fluida, sin pausas, y esto requiere de mayor equilibrio todavía.

Es anti-estrés

A menudo nos estresamos porque no dejamos de pensar en mil cosas pendientes que debemos realizar. Por eso la práctica en un centro de yoga o en casa es tan relajante: nos obliga a centrarnos en el control del cuerpo y la mente, dejando de lado el mundanal ruido.
En el yoga vinyasa este efecto se potencia aún más, puesto que enlazar un movimiento con otro y hacer que fluya en sincronía con la respiración requiere de más concentración todavía.
Si quieres dejar a un lado la ansiedad, al menos durante hora y media, el vinyasa es tu disciplina ideal.

Te mantiene en forma

El yoga, más allá de una práctica relajante, es una actividad mucho más exigente a nivel físico de lo que pudiera parecer en un primer momento. No en vano, quien lleva tiempo practicándolo y domina muchos de sus secretos posee una gran fuerza y resistencia física, algo que por lo general se deja ver en propio físico, más tonificado y esbelto.
Si a ello le sumamos el matiz progresivo del vinyasa yoga, añadimos un extra de exigencia que potencia estas ganancias propias del yoga. No obstante, puesto que el movimiento se coordina con la respiración los ejercicios fluyen sin complicación mientras el yogui va adquiriendo destreza.

Te ayuda a quemar calorías

Es habitual que en las clases de vinyasa yoga se ejecute un mayor número de posturas que en otros tipos de yoga, lo que unido a la progresión al realizarlas aumenta el ritmo de los movimientos. Esto tiene un resultado: se queman más calorías, lo que unido a una alimentación saludable y equilibrada consigue que estilices tu figura.
¿Cómo sabrás si estás siguiendo el ritmo adecuado en una sesión de vinyasa yoga? Si estás en una clase guiada esta pregunta no tiene mayor complicación, pero si la realizas en la tranquilidad de tu hogar fíjate en algo: ¿acabas la clase sudando?
Esto es muy variable de una persona a otra, y aunque no es un requisito, si sudas tienes una pista de que vas por buen camino en cuanto al ritmo de ejecución de tus ejercicios de vinyasa yoga.

Cómo se practica el vinyasa yoga

La respiración en el yoga es fundamental, y en la modalidad vinyasa todavía más.
Cuando realizas una asana o postura debes hacerlo respirando, asegurándote de que el movimiento se produce en el intervalo de cada respiración. Es decir, la respiración empieza antes de que lo haga el movimiento y continúa cuando este ha llegado a su fin y enlazamos de manera fluida con la siguiente asana. 
Por ello esta respiración es consciente en todo momento, algo que ayuda a mantener la concentración y a perfeccionar la realización de cada postura.
Un detalle curioso es que al respirar la glotis se contrae, produciendo una respiración de sonido muy particular que caracteriza a este tipo de yoga y que, según sus expertos, ayuda a aumentar la concentración.
¿Te animas a iniciarte en la práctica del vinyasa yoga? Con la ayuda de profesionales expertos en esta disciplina llegarás a poseer un dominio excepcional de tu cuerpo, así como de tu capacidad de concentración y relajación.
¡Y además desconectarás de la rutina durante un buen rato!
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